La sala estaba iluminada por unas velas dentro de las
típicas calabazas de Halloween, estas tintineantes luces resaltaban los
distintos tonos azulados de las paredes, la decoración era elegante pero con
toques de aquella noche de brujas. La música que sonaba en aquel instante por
toda la discoteca, era la famosa canción de Michael Jackson, Thriller, en la
zona de baile los bailarines disfrazados se animaban con este himno tan acorde
para la ocasión.
Al otro lado de la pista, se encontraba la mujer más
hermosa que jamás había visto, parecía sacada de una revista de moda, la musa
de los fotógrafos en carne y hueso. Resaltaba no solo por su belleza infinita,
sino porque era la única que no estaba disfrazada. Bueno tal vez esté vestida
de vampira moderna y no me fijara en sus colmillos, pero aún así, era el centro
de atención del baile.
Su melena larga y morena le llegaba a la cintura, entre
ondulaciones y sedoso volumen parecía invitar al tacto. Su rostro fino, terso y
pálido, hacía resaltar esos labios carnosos pintados de carmín, como una mora
en el centro de una tarta de queso. Sus ojos tenían la profundidad de una noche
estrellada, en los que todo hombre desea verse reflejado entre sus brillos. Su movimiento
de caderas a través de aquel negro y ajustado vestido que le llegaba a medio fémur,
era tan sensual y sutil a la vez, que era imposible no fijarse en semejante
hembra.
Me acerqué al camarero, pues me había dado cuenta de que
él tampoco dejaba de mirarla y le pregunté qué era lo que tomaba la mujer
misteriosa, y me dijo que vino Chambord, le pedí dos copas, y cuando me dijo el
precio casi me caigo del taburete. Pero bueno la chica merecía el esfuerzo. Con
sendas copas en la mano, me dirigí hasta su posición con paso firme y tranquilo.
-¿Otro Chambord madame?- Pregunté sutilmente por encima
de su hombro, mientras le tendía la copa delante de ella.
-¡Oh gracias! Muy amable.- Respondió con la sonrisa más
sensual de Afrodita, la diosa del amor. Mientras tomaba la copa de mi mano.
-¿De qué vas disfrazada?- Dije por salir del paso.- ¿Vampira
tal vez?-
- Mmm No, de humana.- Argumentó sonriendo tras paladear
el vino de su copa.
-¡Vaya, eso está bien!- Alegué un tanto sorprendido. - A mí tampoco me
gusta mucho disfrazarme, por eso también voy de humano, ¿Te gustaría ser mi
pareja de baile por esta noche? Si es que estás sola, claro.-
Me sentí como un niño de quince años pidiendo salir a una
chica por primera vez. ¡Por favor!, pero sí me toqué el pelo y todo de lo nervioso
que me puse.
-Me parece justo, tú me invitas a mi licor preferido, y
yo te recompenso con mi mejor beso.- Me miró fijamente sonriendo, con mirada de
enamorada. -¿Por qué es lo que bienes buscando de mi no?-
Me quede perplejo, y más aún cuando me dio a probar su
elixir mejor guardado. El beso más exquisito, el más jugoso, el más dulce y
apasionante, el más excitante, el beso más caro y por desgracia el último que
sentirían mis labios.
-Perdón se me olvido presentarme, soy la muerte.- Me
susurró mientras mi cuerpo caía ya sin vida.
Me ha gustado mucho tú final, inesperado. Pasate por el foro en la propuesta de "Definir las pautas a seguir en los ejercicios/propuestas" que te estoy echando la bronca XD
ResponderEliminarTambién me está gustando mucho como vas haciendo tu blog :)
EliminarMuchas gracias, poco a poco a ver si sale algo decente. Porque me parece una forma muy bonita de tener parte de los escritos en un mismo lugar.
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